Farfalle con calabacín y jamón ibérico, receta

En la cocina Mediterránea  lo adecuado es utilizar el producto de temporada, ahora nuestras huertas están llenas de hermosos calabacines, tiernos y crujientes. No hay que perder la oportunidad y vamos a utilizarlo sin compasión. Estos farfalle son muy sencillos de elaborar, tienen el éxito asegurado ya que es un plato delicioso. La ración de jamón debe ser generosa, así los convertimos en plato único, es importante que el jamón este blandito para que no se quede como una piedra al cocinarlo. Si no tenemos jamón ibérico  usamos serrano, el de Teruel esta riquísimo.

INGREDIENTES

400 gr. de farfalle, 1 calabacín, 1 cebolla, 4 dientes de ajo, 200 gr, de jamón ibérico, aceite, pimienta, sal de guindilla, 100 gr. queso de cabra.

ELABORACIÓN:

Mise en place (preparación): cortar el calabacín en laminas finas con la mandolina y luego en barritas, deben de quedarnos bastones finos. La cebolla la cortamos  en Juliana, el  jamón ibérico en palitos finos, los ajos en láminas finas y el queso en taquitos.

Sofreímos la cebolla a fuego lento hasta que cambie de color. En el wok muy caliente con un poco de aceite salteamos el calabacín, debe de quedarnos enteros. Reservamos.

Ponemos el aceite a calentar, cuando este humeante le incorporamos los ajos, retiramos la sartén del fuego y dejamos que se doren con el calor almacenado, deben de quedar con un bonito color y crujientes.

Hervimos la pasta siguiendo las indicaciones del fabricante.

Ponemos en el wok el jamón, le damos una vuelta, le añadimos las verduras y removemos para mezclar todo. Agregamos los farfalles, el queso y en ultimo lugar los ajos. Dejamos dos minutos que se caliente todo y listo para comer.

PRESENTACIÓN:

Hay que comerlos muy calientes, el queso de cabra se fundirá y nos quedaran riquísimos. En el momento de servir hay que añadir la sal de guindilla para darle el toque picante y de color.