Para que los pimientos fritos estén como tienen que estar, hay que seguir unas pautas con las que lograremos que el resultado sea el esperado. Con la técnica que os cuento en este post salen perfectos, cocinados pero tersos, se les quita la piel sin ningún problema y no se deshacen ni quedan como una papilla y lo puedo garantizar ya que aprendí a freír pimientos hace muchos años, me enseñó a hacerlos mi Suegra, Paquita de Lera, que era una cocinera excelente y la mejor freidora de pimientos que he encontrado en mi vida.
INGREDIENTES:
1 kg de pimientos verdes, sal marina en escamas, aceite de oliva
ELABORACIÓN:
Ponemos una sartén con abundante aceite, lo calentamos, cuando ya humee añadimos los pimientos, los tapamos y bajamos el fuego al minimo posible. Dejamos cocinar, dándoles vueltas para que se hagan por todos los lados. Cuando ya casi estén cocinados subimos el fuego al máximo, se dorará la piel y se desprenderá de la carne del pimiento. Los sacamos de la sartén y reservamos. Cuando estén fríos los pelamos.
2 Comentaros
gracias por la receta, un abrazo. LOURDES