Esta cebolla es mi primer vegetal cocinado con esta técnica y el resultado ha sido estupendo, las cebollas estaban dulces y crujientes, con una textura fantástica y un sabor increíblemente rico. Un plato sencillo y rápido que te servirá como aperitivo o como acompañamiento de carnes y pescados o con otras verduras, Perfecto para completar tus menús sin nada de esfuerzo.
He elegido la cebolla de Fuentes porque es especial, es dulce, blanca y con un sabor y un olor fantástico. Es conocida en el mundo entero por su calidad y perfecta para dar a nuestros platos un toque delicioso y una categoría de alta cocina. Tienen Denominación de Origen Protegida y cuando llegas a Fuentes de Ebro todo el pueblo huele a cebolla, Es famosa y muy reconocida en el mundo entero.
A un plato tan sencillo hay que darle un toque mágico, y ese objetivo lo vamos a conseguir añadiendo unas gotas de AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra), en esta ocasión he elegido una maravilla de «Aceites Claramunt» variedad «frantoio» con un aroma genial a hierba recién cortada, tiene un toque amargo muy ligero y un punto picante más intenso y con sabor a almendras amargas.
no olvides esta receta tiene las «3B», bueno, bonito y barato, completara una comida sin ningún esfuerzo, siendo un plato sorpresa para tus comensales que no se podrán creer que se trata de una humilde cebolla de lo riquísima que está.
¡No te lo pierdas!!!!!
INGREDIENTES para cuatro comensales:
1 kg. de sal gruesa
4 hermosas cebollas moradas
120 gr. de clara de huevo
10 granos de pimientas
1 ramita de romero
tomillo fresco
1 vaso de agua mineral
Además: AOVE (aceite de oliva virgen) Frantoio de Claramunt, vinagre de sidra.
oooOOOooo
- C/s: cuchara sopera
- C/p: cuchara de postre
- C/c: cuchara de café
- L/c: la cantidad necesaria
- 50 ml. = 1 vaso de chupito
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 180ºC.
Semimontamos las claras pero sin llegar al punto de nieve, que no estén duras.
Añadimos s pimientas, el tomillo y el romero, mezclamos bien y las incorporamos a la sal. Añadimos un poquito de agua para que no nos quede una pasta dura.
En una fuente de horno o en una cocotte colocamos una base de la mezcla de sal, situamos las cebollas sin que se toquen y las cubrimos completamente con sal, que nos quede solo el rabito sobresaliendo de la capa de sal.
La metemos en el horno durante 1 hora y la dejamos enfriar dentro de la sal.
TERMINACIÓN Y PRESENTACIÓN:
Rompemos la costra de sal y pelamos la cebolla, la cortamos en juliana y la colocamos en una fuente bonita, la regamos con AOVE (aceite de oliva virgen) y unas gotas de vinagre de sidra, Movemos y la dejamos reposar un rato antes de servir.
4 Comentaros
¡Como me gustó esta receta! Parece que la soja arrasó con los demás cultivos porque o no se consiguen o no les son muy productivos. ¡Dulces y exquisitas son las cebollas blancas.
Espectacular y muy inteligente tu receta