La Quiche Lorraine es una rica tarta salada muy típica de nuestros vecinos los franceses. La tradición manda que se elabore con tocino ahumado, crema de leche, sin queso y con masa de pan, era una tarta sencilla de granjeros. Pero es una receta muy cómoda, económica y muy fácil de elaborar por lo que se hizo muy famosa y traspasó las fronteras de su región originaria, desvirtuándose poco a poco. Ahora se le añade, por supuesto, queso, bacón o jamón de york en lugar de tocino y yo le pongo un poco de cebolla que la hace mucho mas jugosa, por eso no la llamo Quiche Lorraine solo Quiche de queso y bacón.
INGREDIENTES:
1 lámina de hojaldre congelado, 200 gr. de bacón, 200 gr. de queso gouda en lonchas, 250 c/c. de nata liquida, 5 huevos, 1 cebolla, queso parmesano, sal, pimienta, nuez moscada.
ELABORACIÓN:
Descongelamos el hojaldre siguiendo las instrucciones del fabricante. Untamos con mantequilla y harina un molde de hacer bizcocho, de esos que tienen una pinza y se abren; cubrimos el molde con el hojaldre, lo pinchamos por todos los lados con el tenedor y le ponemos judías o garbanzos secos (es lo que manda la tradición) para que no suba, y lo metemos al horno hasta que empiece a dorar. El tiempo dependerá del hojaldre y del horno. El resultado será un molde de masa perfecto.
Por otro lado cortamos toscamente la cebolla, la sofreimos hasta que esté transparente. La ponemos en un colador para escurrir toda la grasa y la pasamos por el pasapurés o por la batidora y más tarde por un tamiz para lograr una crema suave y ligera (este paso es opcional, las auténticas quiches no llevan cebolla). Cortamos el bacón y lo doramos, hay que dejarlo un poco crujiente.
Batimos muy bien los huevos para que se emulsionen la clara y la yema, le añadimos la pimienta, la nuez moscada y una punta de sal (hay que tener cuidado porque el queso y el bacón tienen mucha sal). Le incorporamos la nata, la cebolla, el bacón y el queso cortado en trozos pequeños. Mezclamos todo bien y lo vertemos en el molde de masa que ya hemos sacado del horno. Espolvoreamos la superficie con un poco de parmesano y metemos al horno precalentado a 180º; veremos como va cuajando y tomando un bonito color. Estará cuando la pinchemos con un pincho de brocheta y este salga seco.
PRESENTACIÓN:
Servir en porciones, como una tarta, acompañada de una ensalada de Rúcula y de un buen vino tinto.
calorias totales del plato | ALTA
tiempo preparación | BAJO (15′ la preparación y unos 20 el horno)
dificultad | BAJA
precio | BAJO
Un comentario
tiene muy buena pinta!