Visitar el restaurante Lamian es parada obligada si eres amante de la cocina oriental, de las fusiones gastronómicas o de los sabores exóticos y diferentes, así que ya sabes dónde tienes que ir a comer cuando estés en Madrid.
No sé si sabéis que la cocina china tiene más de 4000 años de historia y que es un país enorme con una gran variedad climática, étnica, religiosa, cultural… por lo tanto, tiene una gastronomía de lo más variada íntimamente ligada a sus tradiciones, a su filosofía y a su medicina.
Es muy fácil caer en el tópico, que por cierto está muy arraigado, de que la cocina china no es más que los rollitos de primavera, el cerdo agridulce, la ternera con pimientos o la sopa de nidos de golondrina, nada más lejos de la realidad, esa “cocina china occidentalizada” tiene muy poco que ver con su auténtica gastronomía y sus siete cocinas (las reconocidas) diferentes.
Yo estaba segura de esta realidad pero no he tenido muchas ocasiones de probar una cocina china que me emocionara, por lo tanto, el día que crucé las puertas de“Lamian” se abrió ante mí un nuevo mundo de sabores y sensaciones y es que el restaurante “Lamián” es totalmente diferente del chino al uso.
Toma su nombre de una palabra muy emblemática en China ya que “lamian” significa literalmente “estirar fideos” , los reyes de su plato más emblemático, una sopa tipo ramen japonés que se llama “lamian” y que nos ofrecen en tres versiones muy curiosas: “Nuestra interpretación de Lamián” (carne guisada, huevo marinado, secas y mejillones); “Jackie Chan no es Bruce Lee” (rabo de toro en su caldo con pimienta de Sichuan); “ el juego de sabores en la mesa” (fideos de boniato y solomillo de añojo con verduras ), un plato reconfortante, lleno de aromas y sabores que por sí solo es una comida completa.
Está regentado por el chef Yonk Ping Zahang más conocido como “Julio”. Aprendió su oficio de cocinero en Hong Kong, ya en España pasó por un clásico navarro el “Asador Almaida” donde adquirió conocimientos de la cocina española.
Es una cocina en la que vamos a descubrir la exquisitez asiática elaborada con ingredientes lo más familiares para nosotros como el pulpo (pulpo con panceta y salsa coreana al punto picante), los chipirones que nos los presentan crujientes con crema de calamar, un tepanyaki de oreja delicioso o pescados elaborados con gran delicadeza, Julio convierte estos ingredientes cotidianos en platillos maravillosos.
Había probado muchas veces los dimsum “Siao Mai” ya que son los más tradicionales, pero ninguno le llega a suela del zapato, tienen un toque de yuzu delicioso que cuando los muerdes te llena toda la boca, todo un espectáculo gastronómico. Pero la carta no se acaba aquí tienes una gran variedad de platos deliciosos que no te puedes perder.
Su propuesta vinícola es muy completa con unos vinos elegidos con mucho cuidado y a un precio razonable.
No me puedo olvidar destacar el servicio del restaurante que te atienden fenomenal y te explican los platos estupendamente facilitándote la tarea de elegir tú menú.
Está situado en la Plaza de los Mostenses, frente al mercado del mismo nombre, un lugar donde proliferan los negocios chinos.
La decoración es muy especial está realizada por el estudio vasco “Lavela” es oscuro y recogido pero muy agradable, la vajilla y los delantales son obra de Sandra Vergara y Raquel Lozano
No te lo pierdas, este sitio es muy recomendable.
Plaza de los Mostenses, 4 – 28015 Madrid
Tfno.: 34 91 039 22 31
Abierto de Martes a Domingos de 13:30 a 16:30h y de 20:30 a 00:00h (viernes y sábados, hasta las 00:30h)
Cuenta con servicio de take away
Precio medio: 25-30 €
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Un comentario
Una recomendación estupenda, sorprendente cocina, para repetir sin duda, disfrutamos mucho.
Besos
Nieves