Según nos cuenta la enciclopedia «Larousse Gastronomique», “baño María” es un procedimiento culinario destinado a mantener caliente una salsa, potaje o aparejo, a fundir elementos sin que se quemen o a cocinar lentamente los alimentos.
Consiste en poner un recipiente con agua en el que introduciremos otro menor con la preparación que queremos cocinar. Da igual los recipientes que sean puedes usar dos cazuelas, una fuente de horno y un molde o dos fuentes de horno, la única premisa necesaria es un recipiente grande que contendrá el agua y otro más pequeño con el alimento que vamos a cocinar.
Si queremos un baño María rápido pues le daremos caña al agua, nunca en exceso y cuidando que al hervir no penetre en el preparado.
Si queremos cocinar con delicadeza y que nos salga una maravilla de plato pues pondremos a calentar el agua, cuando vaya a empezar a hervir bajamos el fuego al mínimo y dejamos que se cocine lentamente, nunca debe hervir y es mejor mantenerla a temperatura constante.
En el baño María puedes preparar flanes, fruta, fundir chocolate o mantequilla, conservar calientes las salsas o cualquier plato.
En resumen es muy útil esta técnica de cocina, además no te olvides trabajan el baño María y el fuego y no tú.
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