Pollito a la mandarina con alcachofas, receta paso a paso

El “pollito a la mandarina con alcachofas” está elaborado con la receta de «pato a la naranja» con una diferencia: hemos cambiado los cítricos y hemos sustituido la naranja por ricas y fragantes mandarinas que están temporada. Pero claro está le he dado a la receta mi toque personal. He utilizado pollitos tomateros en lugar de pato y ha sido un acierto total, primero el pollito es menos graso, lo que hace que el plato sea más liviano y ligero, una delicia;  segundo, al ser de tamaño reducido se cocina rápidamente, otro punto a su favor y para quitar la acidez de la fruta le he incorporado azúcar de palma que es genial para endulzar y equilibrar salsas pero si no tienes usa azúcar moreno o normal, también lo puedes sustituir por miel. El objetivo es eliminar el punto ácido de la mandarina y que el plato sea perfecto, añádelo poco a poco, hasta que encuentres el punto ideal.

El toque de las alcachofas es genial y están riquísimas, como para comerse un cubo, las he dejado al dente que es como se aprecia todo su sabor y su textura. Para que no se te pongan oscuras y feas deberás meterlas en agua con hielo y perejil que las conserva muy verdes y lozanas, es una opción mucho más limpia que el limón ya que no les aporta sabor.

Las semillas de neguilla o cebolla negra las puedes sustituir por sésamo tostado que está muy rico y también le aporta el toque crujiente.

Bueno, resumiendo, con esta receta tendrás una comida de lujo, de fiesta; si quieres que sea especial utiliza un ave más selecta como pularda o pollo de Bress y este guiso tomara la dimensión de plato de celebración, incluso con el pollo normal estará de lujo.

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INGREDIENTES para cuatro comensales:

2 pollitos picantones, 12 mandarinas, azúcar de palma o moreno, sal y pimienta, 1oo cc. de vino de Oporto o de Málaga, 100 cc. de manzanilla o vino blanco, 1 c/c de maicena, 12 alcachofas, perejil, hielo, 2 c/s de AOVE (aceite de oliva virgen).

Además: semillas de neguilla, hoja de hierba luisa y de menta, cebollino.

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• C/s: cuchara sopera
• C/p: cuchara de postre
• C/c: cuchara de café
• L/c: la cantidad necesaria
• 50 cc. = 1 vaso de chupito
• AOVE: aceite de oliva virgen

Mise en place:

– Pelar las alcachofas   cortarlas en ocho trozos y meterlas en agua con hielo y perejil, las dejamos hasta el momento de comer.

– Preparar el pollo: cortar las alas y los cuartos traseros; separar las pechugas del caparazón; cortar la carcasa del pollito en trozos pequeños. Salar y pimentar.

– Las mandarinas: rallamos la cascara y hacemos zumo.

ELABORACIÓN:

1º. – Preparar la salsa:

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Ponemos aceite en una sartén, cuando esté caliente le incorporamos las carcasa de pollo troceada y la doramos, retiramos el exceso de grasa; añadimos el zumo, la ralladura y el azúcar, dejamos reducir a la mitad.

Diluimos la maicena en un poco de agua y la incorporamos el zumo, movemos para que se disuelva bien y dejamos cocinar hasta que nos quede una crema ligera. Retiramos la carcasa de los pollitos, ya ha cumplido su misión: dar sabor a nuestra salsa.

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2º.- el pollito:

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En una sartén con un poco de grasa de dorar la carcasa vamos a marcar el pollo, salamos y pimentamos. Primero metemos los cuartos traseros del lado de la piel, dejamos dorar, damos la vuelta cuando estén listos; incorporamos las alitas y las pechugas, no queremos que nos queden muy cocinadas solo marcadas y doradas. Reservamos.

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3º.- las alcachofas:

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Las sacamos del agua helada y las secamos con un paño de cocina limpio.

En una sartén con el aceite muy caliente, como cuando rehogamos con el wok, las salteamos y  las doramos hasta que tengan un bonito color ye  estén al dente.

TERMINACIÓN Y PRESENTACIÓN:

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Juntamos el pollito y las alcachofas y los cubrimos con la salsa de mandarina, dejamos cocinar cinco minutos que se calienten bien.

Probamos el punto y si es necesario ajustamos.

En una plato bonito colocamos una cama de alcachofas y de salsa; colocamos por encima medio pollito para cada comensal, un cuarto trasero, la pechuga y la alita, regamos todo con abundante salsa.

Añadimos el cebollino picado y la niguella, solo una poca para dar un toque crujiente.

Servimos muy caliente este rico plato, una delicia fácil de elaborar pero muy vistosa y rica, un palto de primera categoría.

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