Botijos de diseño español, un clásico reinventado

El botijo, ese recipiente sencillo que enfría el agua sin necesidad de corriente eléctrica y que es por lo tanto eficiente y sostenible naturalmente, ha inspirado a algunos diseñadores españoles que lo han interpretado con libertad y respeto al objeto original.  

El diseñador vasco afincado en Barcelona Martín Azúa creó en 1999 Rebotijo, vasija de barro a medio camino entre una botella y un tetra brik, con capacidad para 1,5 l., que se fabrica en el taller de Cerámica Aguadé, y del que hay dos versiones, Rebotijo de verano, perfecto para la canícula en patios, parques y jardines, y Rebotijo de invierno, esmaltado en su interior e indicado para usar en interiores.

Rebotijo

Los segundos en interesarse por tan peculiar pieza fueron Héctor Serrano, Alberto Martínez (CuldeSac™) y Racki Martínez, que colaboraron en el proyecto la Siesta, un botijo de terracota blanca, con forma y dimensiones de botella de agua (1,6 l.) producido por La Mediterránea.

Según cuenta Silvia García, responsable de Diseño de la empresa, la Siesta es actualmente un icono del diseño español con unas ventas constantes desde su lanzamiento en 2001: “Es uno de los productos que más interés despierta en los turistas cuando visitan nuestra tienda de L´Olleria (Valencia).”

botijo –botella.

El estudio madrileño díez+díez diseño presentó en 2006 Neobotijo, una pieza de porcelana esmaltada blanca que fusiona dos conceptos, el botijo y el brik de leche. Del primero toma el pitorro, el asa y el orificio de llenado, y del segundo su forma rectangular, perfecta para introducirlo en la nevera o colocarlo en la mesa como jarra de zumo, agua, leche o café. Ofrece dos versiones, con capacidades para 1l o ½ l, respectivamente, y puede contener líquidos fríos o calientes, por lo que es compatible con el microondas.

Neobotijo

Seleccionado en certámenes de diseño de prestigio, Neobotijo fue producido en un principio por Porcelanas Bidasoa, pero el cierre, hace unos años, de la emblemática firma vasca de menaje y vajilla, ha propiciado el cese de su fabricación. ¿Alguna empresa se anima a editar de nuevo esta fantástica pieza? “Esperamos propuestas”, dicen sus diseñadores.

El último en llegar a esta variopinta lista ha sido elBotijo, diseñado en 2011 por Mariana Lerma y Mónica Thurne bajo la rúbrica del estudio madrileño Wow, del que ambas formaban parte. Ahora, las dos profesionales trabajan juntas en Micolomer, donde siguen produciendo este magnífico objeto de cerámica y corcho, cuya parte superior se presenta con un acabado en gris claro mate o blanco brillante.

elBotijo

ElBotijo fue galardonado en 2012 con el segundo premio del Salón Satellite de Milán, importante exhibición internacional que reconoce a los diseñadores menores de 35 años.

En algo más de una década, los diseñadores mencionados y otros artistas y artesanos se han acercado al botijo de formas bien distintas. Algunos han destacado sus líneas curvas, fácilmente acoplables al regazo; otros han estilizado su figura sin renunciar a su carácter circular; los más prácticos se han inspirado en los briks para enfatizar su función de recipiente, y todos han celebrado su capacidad para enfriar sin necesidad de electricidad.