Esta receta de pasta es muy simple, no tiene grandes ingredientes que le aporten sabores excepcionales pero en su conjunto resulta muy aceptable, es más, yo diría que buenísima, fina y equilibrada. Es muy fácil de elaborar y para los ingredientes que utilizamos y su coste la verdad es que el resultado es óptimo. Está claro que este es un plato único, que no es nada ligero ni bajo en calorías, ya que sus ingredientes son todos miembros honoríficos de la lista de alimentos que no debemos comer: panceta, bacón, nata, quesos grasos (¡que ricos todos!), es un plato homenaje, de esos caprichos que nos damos de vez en cuando, cuando somos muy buenos y nos merecemos un premio.
INGREDIENTES para cuatro comensales:
1 paquete de tallarines, 1 calabacín pequeño, 1 cebolla roja, 6 lonchas finas de bacón, 6 lonchas finas de panceta curada, 1 sobre de mezcla de quesos rallados, queso parmesano, 2 paquetes pequeños de nata líquida, 1 taza de caldo a tu gusto, pimienta negra, nuez moscada, sal y aceite de oliva.
ELABORACIÓN:
Cortamos la cebolla en brunoise pequeña, el bacón y la panceta en tiras finas. El calabacín lo hacemos láminas con la mandolina y luego lo cortamos en tiritas.
Ponemos a sofreír la cebolla a fuego lento con una pizca de sal, cuando comience a blanquear le añadimos el bacón y la panceta, dejamos cocinar un par de minutos y le agregamos el calabacín, removemos y cinco minutos, le añadimos la mitad del paquete de los tres quesos, la nata y el caldo.
A los cinco minutos le añadimos 1 cucharada de parmesano, la nuez moscada y la pimienta, lo probamos y le damos el punto de sal, bajamos el fuego y dejamos reducir la salsa.
Cocinamos los tallarines siguiendo las indicaciones del fabricante. Vamos a poner unos 100 gr. por persona y la propina. Cuando estén al dente, los sacamos del agua reservando un vasito de líquido de la cocción.
Mezclamos la pasta con nuestra salsita, le añadimos un chorro de agua de la cocción removemos y listo para comer.
PRESENTACIÓN:
Servimos en platos individuales, grandes y hondos, repartiendo los tropezones y la salsa entre todos los comensales. Acompañamos con un cuenco de queso rallado parmesano por si algún glotón quiere añadirle más.
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