Una batería de cocina para toda la vida

Décadas atrás, era común comprar productos con la sensación de que se los iba a conservar durante toda la vida. Por esa razón, para una familia era todo un evento comprar un nuevo electrodoméstico para el hogar.

Suele suceder todavía que cuando visitamos la casa de un adulto o una adulta mayor, nos enterarnos de que esa sartén de acero impecable con la que prepara sus comidas a diario tiene más de 70 años o que el juego de ollas que utiliza es heredado de una generación anterior.

En la actualidad, estamos tan acostumbrados a que los productos duren poco, que las nuevas generaciones no llegan a establecer un vínculo de afecto con los objetos y ni siquiera se les cruza por la cabeza que los conservarán de por vida.

Sin embargo, desde hace un tiempo que las cosas están cambiando. En materia de utensilios de cocina, una nueva tendencia basada en productos de alta calidad está ganando terreno por sobre la cultura de lo descartable.

Hechas de acero y a través de procesos de fabricación cuidados, los nuevos artículos de cocina reviven esa cultura de la alta durabilidad para adaptarse a las nuevas exigencias de sustentabilidad.

¿Cómo reconocer la calidad en las ollas?

Son muchos los elementos de cocina que están a la venta en el mercado. Cada uno tiene materiales diferentes y procesos de fabricación distintos. En cuanto a las ollas, existen de cerámica, teflón, aluminio y las de acero. Para quienes no estén familiarizados con este tipo de productos, es importante resaltar que las mejores ollas son las de acero inoxidable.

Si observamos cómo se trabaja en gastronomía a nivel profesional, podremos comprobar que el acero inoxidable es el material elegido para las ollas y otros recipientes. La explicación está en la prestación que este metal brinda a la hora de resistir el impacto de las altas temperaturas y el contacto con líquidos como el agua o el aceite.

¿Qué es exactamente el acero inoxidable?

Si bien estamos muy acostumbrados a escuchar la expresión “acero inoxidable” pocos sabemos qué es exactamente este material. Tal como su nombre lo indica, se trata de un tipo de metal que es altamente resistente a la oxidación pero que, para ser precisos, puede oxidarse bajo condiciones extremas.

El acero inoxidable es un metal construido a partir de una aleación entre hierro y cromo. El hierro es el material principal, alcanzando un 90%, mientras que el cromo está presente en pequeñas proporciones, aunque suficientes como para evitar la corrosión.

De hecho, lo que hace al hierro inoxidable es justamente su aleación con ciertas cantidades de cromo, lo cual evita que se inicie el proceso de oxidación. En algunos casos, además de hierro y cromo, el acero inoxidable puede contener níquel, cobre y titanio.

Al tratarse de uno de los metales más resistentes a la corrosión, el acero inoxidable es el material más adecuado para diseñar utensilios, ya que será capaz de tolerar el contacto con el fuego, el hervor del agua y otros productos de cocina, sin que se correa ni desprenda partículas.

¿Cuál es la diferencia entre el acero inoxidable y el acero quirúrgico?

Desde hace unos años, el acero quirúrgico viene ganando popularidad como un metal que se utiliza fuera de la medicina. En un principio, aparecieron elementos de bijouterie de acero quirúrgico que se presentaban como la salvación para quienes padecían de alergias en la piel por el contacto de metales como la alpaca o la plata.

Comercializado como un producto con propiedades hipoalergénica, el acero quirúrgico ganó rápidamente adeptos dentro del mercado de las joyas, sobre todo dentro de la cultura piercing. Más recientemente, comenzaron a producirse otros productos, como por ejemplo las ollas acero quirúrgico, que buscan adaptar los beneficios que este metal ofrece a otros ámbitos de la vida.

Ahora bien, son muchas las personas que se preguntan qué es exactamente el acero quirúrgico y en qué se diferencia de su par también conocido, el acero inoxidable. Como para aclarar el panorama, comencemos por decir que en ambos casos se trata de materiales hechos principalmente de hierro en aleación con otros metales, con el objetivo de aumentar su resistencia a la corrosión.

El acero quirúrgico es, de hecho, un tipo de acero inoxidable que fue originalmente diseñado para aplicaciones biomédicas. Al tratarse de un material que entra en contacto con seres humanos, fue especialmente diseñado para ser hipoalergénico, esto es, para no provocar reacciones alérgicas en la mayoría de la población.

Por lo general, el acero quirúrgico está compuesto hierro y carbono, combinados con cromo (12 – 20 %), molibdeno (0,2 – 3%) y níquel (8 – 12 %). Esta composición es la que garantiza la mayor resistencia y brinda prestaciones ideales para su correcta limpieza y esterilización, algo muy importante en el contexto médico.

Baterías de cocina de acero quirúrgico

La incorporación del acero quirúrgico a la fabricación de materiales de cocina es una nueva tendencia que busca perfeccionar los elementos con los que se preparan los alimentos. A la ya durabilidad del acero inoxidable, este tipo de aleación le da una mayor resistencia, volviendo prácticamente imposible que las piezas de cocina se corroan debido al uso.

De manera que, cuando pensamos en comprar una batería de cocina que nos dure de por vida, sin dudas las de acero quirúrgico son la mejor opción, ya que es muy poco probable que su material vaya a sufrir un desgaste.

Además, los utensilios de acero quirúrgico tienen superficies con propiedades antiadherentes, que son ideales en la cocina, tanto para evitar que se queme la comida como para facilitar el proceso de lavado.

Si bien las ollas de acero quirúrgico pueden ser un poco más caras, si se las compara con baterías de cocina de otros materiales, se trata de una inversión que merece la pena, ya que su durabilidad está completamente garantizada.

En conclusión, la costumbre de comprar productos para toda la vida está volviendo, en el marco de la necesidad de acuciante de lograr una mayor sustentabilidad en el consumo. Las ollas de acero quirúrgico son un excelente ejemplo de fabricación de calidad y para toda la vida.