Me gusta el restaurante que Miguel Cobo ha abierto en Burgos y que mola muchísimo, un local bonito con una comida con mucho sabor y un servicio de lo mas atento, vale la pena visitarlo. Seguro que te acuerdas de Miguel, uno de los cocineros de la primera edición de Top Chef.
Cuando entras, la primera sensación que tienes es la de limpieza y claridad, todo es luminoso con toques de color que le infunden vida y alegría, es un espacio en el que te sientes cómodo.
En diferentes soportes incluso en la carta, encontraras la frase de Andy Warhol que encierra la filosofía que Miguel nos quiere trasmitir con sus platos y con su forma de trabajar:
“la idea no es vivir para siempre, es crear algo que si lo haga“
Te aseguro que saldrás contento y satisfecho y disfrutaras muchísimo con la comida, intensa y con mucho sabor, con unas salsas refinadas que nos recuerdan a la más pura cocina francesa pero actualizada y moderna, sin grasas innecesarias, elaboradas con fondos contundentes por lo que son untuosas, oscuras y con mucho sabor.
En la carta encontraras tres menús: “Mercado” a 19 E que cambia todas las semanas; “Producto” una carta en la que encontraras platos de lo mas apetitosos para elegir a unos precios estupendos (un bacalao a 18€ o cochinillo a 20€) y el tercero “tradición renovada” que consiste en un estupendo menú degustación a 38€ sin el vino, un precio excelente dada la calidad y la cantidad de platos que vas a degustar.
Su carta de vino es completa y asequible, podrás degustar un buen vino sin arruinarte y hablando de vinos tengo que destacar el buen hacer de Diego González el sumiller que ha trabajado en la selección de las bebidas y que si lo solicitas te prepara un maridaje increíble, casi perfecto, con los vinos mas apropiados para enaltecer los platos y que tu paladar pueda exigir. En la carta de vinos hay un apartado muy curioso, vinos dulces por copas, todos de primera calidad y desde luego lo mejor de cada casa.
Y prepárate a comenzar con un «trampantojo de salmón y atún con toques cítricos y orientales», una excelente «cococha» acompañada de un tartas de algas que me pareció un plato exquisito, fino y elegante; las inevitables «croquetas» al estilo de Marisa la madre de Francis Paneigo, que están de lujo; seguimos con un bonito y rico plato de «vieras marinadas en remolacha sobre una sopa de pepino y toques de ajo negro» que están de lujo; la papada sobre u demiglase estaba en su punto perfecto, acompañada de puré y huevo; el primer toque marino lo pusieron los «calamares salteados con cebolla encurtida sobre un fondo de alubias rojas», el cefalópodo estaba terso pero tierno; el segundo una «Merluza sobre pil pil de placton y algas» que estaba deliciosa y en su punto perfecto de cocción y en Castilla no podia faltar el «Cochinillo con chile y apionabo» con una corteza crujiente que era un autentico placer gastronómico.
Terminamos con prepostere y postre «helado de dulce de leche» y «espuma de yogur y frambuesa liofilizada» que me encantaron.
Una comida estupenda llena de sabores y aromas, amable y divertida, regada por unos vinos excelentes y con la que me lo pase genial, así que ya sabes, en Burgos hay dos cosas imprescindibles que no te puedes perder: la catedral y visitar el restaurante «Cobo Vintage» y darte un homenaje gastronómico que seguro que eres muy bueno/a y te lo mereces.
En resumen y en mi opinión, claro esta, es un restaurante altamente recomendable.
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