Hace mucho tiempo que el carpaccio de calabacín constituye uno de mis entrantes preferidos para el verano. Ahora es el momento de comerlo, ya que ha empezado la temporada del calabacín y para esta elaboración (lo vamos a comer crudo) es mejor que sea tierno y fresco, recién cogido, crujiente y jugoso. Este carpaccio está exquisito, es un primero perfecto tanto por sabor como por precio ya que es una ensalada muy económica.
Puedes usar cualquier queso azul, el sabor intenso del queso contrasta con la frescura del calabacín crudo, el toque picante hace que sea un entrante excepcional.
INGREDIENTES para cuatro comensales:
2 calabacines muy frescos, 1/4 kg. de queso gorgonzola o cualquier queso azul, 1 bolsa de brotes tiernos, sal de guindilla, tomate para decorar.
PARA LA VINAGRETA: 2 vasos de chupito de aceite de oliva, 1 cucharada de mostaza de Dijòn (puedes sustituirla por tu mostaza favorita), 1 cucharada sopera de zumo de limón, 1 c/s de vinagre de Jerez, sal y pimienta.
ELABORACIÓN:
Cortamos el calabacín en lascas lo mas finas posibles. Picamos los brotes en trozos del tamaño de un bocado. Cortamos el queso en taquitos de 1 cm.
DE LA VINAGRETA: juntamos todos los ingredientes en un bol y emulsionamos, también se puede hacer con la batidora. Probamos y damos el punto.
PRESENTACIÓN:
Colocamos una cama de brotes tiernos, ponemos la vinagreta en un bol y pasamos por ella, una a una, las lascas de carpaccio de calabacín, impregnándolas de la vinagreta. Distribuimos el calabacín de forma bonita, salamos con la sal de guindilla y colocamos los tacos de queso por encima.
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