Delicioso es la calificación de este postre pero no tiene merito ya que parte de una preparación que en sí misma es una maravilla: “las fresas al baño María”, son fantásticas, el jugo que sueltan al cocinarse es increiblemente rico. Te aconsejo que las pruebes.
Para el resto puedes utilizar tu imaginación, si no quieres poner queso puedes utilizar yogur o nata montada. Yo quería una textura cremosa y un postre light por lo que mi elección fue el queso batido al 0%, que me dio el resultado que yo quería, también puedes añadir coñac, vino generoso, ron o el alcohol que más te apetezca si no lo van a tomar niños y quieres que este un poco gracioso. No pongo la cantidad de azúcar a añadir eso dependerá de lo goloso que seas.
Yo le añadido como toque crujiente sésamo tostado y caramelizado, lo compro preparado pero le puedes poner cualquier fruto seco machacado y caramelizado o lo que mas te apetezca: piñones tostados, almendras garrapiñadas, muesli o cereales tostados, estas son algunas sugerencias.
Ahora es el momento de comer fresas, una fruta fantástica con muchas propiedades.
INGREDIENTES para cuatro comensales:
½ kg de fresas, azúcar o tu edulcorante preferido en la cantidad que estimes oportuno, 4 hojas de gelatina, 250 gr de queso fresco batido, sésamo caramelizado, hojas de menta
Mise en place (preparación):
Lava las fresas con el rabito verde, escúrrelas. Les quitamos el pedúnculo y las trocemos por la mitad, si son muy grandes en cuatro trozos.
ELABORACIÓN:
Fresas al baño María:
Lo primero que tenemos que hacer es preparar las fresas, las vamos a cocinar al Baño María, es muy sencillo, colocamos una capa de fresas de dos dedos, añadimos azúcar o edulcorante en la cantidad que tu creas oportuno, repetimos la operación hasta tener llena la olla. Ponemos al fuego, al baño María, cuando el agua comience a hervir bajamos la llama al minimo y nos olvidamos de ellas, de vez en cuando les damos un meneo para que se mezcle bien el azúcar, estarán listas cuando estén de color muy oscuro, cocinadas pero todavía tersas, tendremos unas fresas deliciosas y un caldo de fresas increíble como las de la fotografía.
Crema de queso y fresas:
Batimos el queso hasta que tenga textura cremosa, le añadimos el caldo que han soltado las fresas, cuchara a cuchara hasta conseguir el punto deseado de sabor, dulzor y color. Reservamos en la nevera, lo queremos muy fresco a la hora de montar el plato.
Gelatina:
– Ponemos a remojo en agua fría las hojas de gelatina.
– Calculamos la cantidad de fresas y de caldo que vamos a necesitar para llenar nuestros vasos, separamos y colocamos las fresas en los vasitos o recipientes que vayamos a utilizar.
– Calentamos el caldo y disolvemos la gelatina, en este momento podemos darle nuestro toque personal, incorporarle zumo de naranja, cointreau, ron o vino generoso, lo que nos apetezca. Cuando la gelatina este disuelta, nos quedará con textura babosa, la incorporamos al liquido y removemos para disolverla, cuando este totalmente integrada añadimos el liquido a los vasitos que dejaremos enfriar en la nevera
PRESENTACIÓN:
Con la gelatina ya solidificada en el fondo del vasito, le añadimos la crema de queso y fresas, ponemos una cápita de sésamo caramelizado por encima y unas hojas de menta que le van genial.
4 Comentaros
k presentacion tan ideal y k rico y sano postre..me llevo la idea, sobre todo de las fresas al baño Maria, lo tengo que hacer..
Muaks
muy buena completa y muy buena presentasion me gusta.
lo prepare riquisimo!!! gracias por la receta!!