En pleno centro de Logroño, nos encontramos con una de las calles mas emblemáticas para tomar vinos de toda España, la calle Laurel. Es archifamosa y conocida por su apodo “la senda de los elefantes”, dicen que todos salen trompas o que se van de safari.
Este safari esta realizado a medida de la autora, con sus bares preferidos y eligiendo los pinchos que a mi gusto son los mejores, sin desmerecer a los demás, es imposible visitarlos todos.
Al hacer la revisión del post he descubierto que dos de mis favoritos ya no existen, los he quitado. Dejo muy cojo este post a la espera de volver a Logroño y actualizar.
El Laurel, una calle muy especial
Es una calle especial, con bares que llevan toda la vida haciendo las tapas más ricas y ofreciéndonos los vinos más selectos, cada bar tiene su especialidad, una o dos y son famosos por ellas. Los bares de Logroño y los de la Laurel también tienen unas barras increíbles, llenas de pinchos a cual mejor.
En este recorrido por la calle Laurel echo de menos el antiguo Bar Donosti, donde servían unos pimientos rellenos de campeonato y era visita obligada para disfrutar de la compañía de Juan y de su Esposa, gente maravillosa. Para ellos un recuerdo.
Mis bares preferidos de la calle Laurel
Un clásico: El Soriano:
“el Soriano”, uno de los emblemas de la calle Laurel, lleva 39 años, lo regentan unos hermanos que saben hacer el mejor champiñón del mundo.
Es un bar pequeñito, en el que entra uno y pide un champi por persona y se sacan a la calle. “Los champis”, único pincho del Soriano, son un delicia, es una torre de champiñones a la plancha con un caldito secreto y una gamba, sobre un trozo de pan.
Lo ideal es volcar el juguito sobre el pan, y comértelo, así como dice el dicho «a dos carrillos», INCREIBLEMENTE RICO y parada obligatoria.
Los bocatas del Tío Agus
Cuarta Estación: El “Tío Agus”, antiguo bar Lorenzo, es otro de los bares con solera, es famoso en el mundo mundial por los “tío Agus”, unos mini bocadillos de pincho moruno con una salsa secreta que está de muerte abuela.
Te comes uno y te entra ansiedad por comerte otro. También hacen los pinchos a la manera tradicional, riquísimos, hay siempre cola y hacen cientos de bocadillos.
El Charly
En el “Charly”, nuestra quinta parada, nos comimos unos morros de cerdo maravillosos, crujientes y nada grasosos, lleva años siendo su especialidad y la verdad es que lo hacen de maravilla.
El Charly es otro templo emblemático de la Laurel. Tiene una barra que empezarías por el principio y no dejarías títere con cabeza, pincho tras pincho acabarías con todos. Son famosos los pimientos rellenos y los tigres (mejillones con bechamel)
Blanco y Negro
Para terminar por hoy vamos al “Blanco y Negro”, uno de los bares mas antiguos de Logroño. Abierto a finales del siglo XIX, está en la travesía que une la calle Laurel con Bretón de los Herreros.
Es una parada imperdonable, nadie debe salir de la Laurel, ni irse de Logroño sin pasar por el Blanco y Negro y sin tomarse un matrimonio, bocadillo de anchoa con boquerones, ya que se perderían uno de los mas emblemáticos pinchos.
También están geniales: el bacalao crudo con aceite de oliva y guindillas o el nuevo pincho con bacón, queso y mermelada de frambuesas, no nos olvidemos de las increíbles «Gildas». El Blanco y Negro es un bar bonito y agradable.
Y después de la calle Laurel:
Tras este pequeño periplo, bien comidos y mejor bebidos vamos primero a tomar el postre en la «Pastelería Viena«, y luego a descansar y tomar un gin tonic digestivo en otro sitio «de toda la vida» la cafetería ”Ibiza”, nos sentaremos en su terraza y tranquilamente veremos como trascurre la vida en esta bonita ciudad.
5 Comentaros
Muy buen apunte sobre la calle laurel, cuando quieras pasar por nuestra web y dejarnos un articulo tuyo sobre la gastronomia riojana te lo publicaremos con mucho gusto
Muchas gracias, este post es uno mas de la serie «Viaje a la Rioja», que voy a continuar publicando y ampliando con mi próximo viaje a Logroño.
Si quereís os mando los textos y las fotos y los públicais. Hablamos.
Un saludo
Concha Bernad