La galanga es prima del jengibre y de la cúrcuma, pertenece a la familia de las Zingiberáceas, es la reina en las cocinas asiáticas: Malasia, Camboya, Vietnam, China, Japón…. donde se cultiva y se utiliza para aromatizar todo tipo de platos ya que es un rizoma muy especial y fragante, con un toque picante perfecto para dar el punto ideal a los platos más exquisitos.
Hay cuatro tipos de galanga o galangal: la «galanga Alpina» o «galanga mayor» ; «Alpina officinarum» o galanga menor; «kaempferia galanga» conocida como galangal de cultivo o jengibre de tierra y «Boesenbergia pandurata» denominada jengibre chino o dedos de raíz. La más apreciada y cultivada en todo el sudeste asiático es la galanga mayor.
La galanga puede alcanzar los 2 metros de altura, tiene abundantes hojas largas y anchas, flores blanco-verdosas muy vistosas y frutos rojos que recuerdan a las bayas, muy aprecias utilizada en la medicina tradicional china y que recuerda en sabor y olor al cardamomo. Crece a partir de un rizoma comestible muy carnoso y con muchas protuberancias, de color marfil y con una piel muy fina y brillante.
La galanga es muy importante en la medicina natural ya que posee muchas y variadas propiedades curativas: es un carminativo perfecto para ayudarnos a expulsar los gases y un tónico de primera para los problemas de estomago, también tiene propiedades antibacterianas. La raíz de galanga se puede utilizar para el tratamiento de las infecciones por hongos y para aliviar el dolor de las articulaciones y los músculos.
Esta planta es muy utilizada por La Medicina Ayurveda de la India y en la medicina tradicional china durante siglos por sus propiedades antibióticas, antiinflamatorias, analgésicas, antipiréticas y para aumentar las defensas. Se considera que la galanga posee propiedades afrodisíacas, ya que, al igual que el jengibre, tiene un sabor estimulante y caliente
La galanga era muy conocida en la Europa medieval, siendo súper famosa y apreciada en el SXIV, donde se atribuían efectos mágicos, potenciadores de la virilidad y afrodisíacos. No se sabe la razón de su desaparición de las cocinas y de los brebajes, era una moda que se paso y cayó en el más absoluto de los olvidos convirtiéndose en un producto exótico y desconocido. Así que no hemos descubierto nada ya que hace siglos era muy popular y apreciada.
La galanga se puede utilizar en cocina seca, en polvo o fresca, rallada; triturada o cortada en trozos muy pequeños. En polvo forma parte de las cinco especias chinas.
Como infusión se recomienda utilizarla en polvo, 1 cucharita infusionado dúrate 15 minutos, tres veces al día.
Tiene matices resinosos y recuerda un poco al clavo de olor y al eucalipto, su sabor es picante e intenso pero menos cítrico que el jengibre por lo que en la cocina indonesia se le acompaña de lemongrass o hierba limón.
Se utiliza como una especia, si la vas a comer cruda tendrás que rallarla, triturarla o picarla muy fina ya que es muy fibrosa y dura. Se usa para aromatizar ensaladas, en guisos o en las mezclas de currys donde es prácticamente imprescindible. También forma parte de algunas bebidas como el chartreuse, algún bíter y refrescos y un licor ruso llamado nastoika.
No te la pierdas es muy aromática y cuando la uses tu cocina se llenara de su perfume. Yo compro los rizomas y los congelo en raciones individuales que añado a mis currys y a mis guisitos orientales. Me gusta muchísimo así que te recomiendo que la pruebes.
Ya podemos quitar otro ingrediente de nuestra «lista de productos que debemos probar, si o si«.
No hay comentarios
You can post first response comment.