Encontrar un restaurante que se adapte a tus gustos y necesidades es facilísimo, es tan sencillo como hacer un clic con el ratón y delimitar con tus preferencias, así que pensaba salir a cenar pero quería un sitio especial, un local elegante con una buena cocina y con una selección de vinos de primera, me habían recomendado la web de “El Tenedor”, abrí la pagina y me puse a buscar, no me costó mucho encontrar el restaurante adecuado, mi elección recayó en “Piñera” el restaurante del Chef Jesús Almagro, además me lleve una gran alegría ya que por hacer mi reserva con “El Tenedor”, tenía un 30% de descuento si pedía los platos de la carta, tienen dos menús degustación que no lo llevan, además acumulas «Yums» unos puntos que se convierten en dinero contante y sonante para próximas comidas.
Fue una buena experiencia, disfrute muchísimo con la comida, la bebida y el trato del equipo del Chef Jesús Almagro fue de lo más correcto y agradable, me gusta el local que es agradable y elegante, con espacio alrededor de la mesa lo que preserva tu intimidad.
Me encantaron las verduras al dente, en su punto justo, crujientes y deliciosas con un toque de jamón que las convertía en una menestra de primera, estaba rico hasta el brócoli que no es santo de mi devoción.
La ensalada de bogavante me pareció un platazo con muchos matices y sabores, después nos sacaron un espectacular huevo de bronce, un plato precioso y que como su ingrediente principal es uno de mis favoritos, resulto totalmente de mi agrado.
En los segundos platos se enfrentaron un rico bacalao con ajo negro y mi steek tartar, la batalla quedo en empate, ya que los dos eran elaboraciones de primera.
Me encanto que tengan platos que se preparar o terminan en la sala como el steek tartar que estuvo macerando en una mesa supletoria y era removido cada cierto tiempo para que se macera por igual, el resultado genial, en su punto de aderezo y con un sabor intenso pero delicado.
Pero mi sorpresa llego cuando la sala se lleno de aromas familiares deliciosos, al mirar descubrí que estaban preparando unas deliciosisimas crepes souzette, un postre maravillo que estaba totalmente olvidado, pasado de moda y considerado un “plato viejuno”, pues no, es un postre increíble, delicioso y que requiere gran maestría en su preparación y que llena un restaurante de olores apetitosos. Si no lo has probado no te lo puedes perder.
Otro diez se lo tengo poner a las patatas soufflés, simplemente geniales, tampoco se ven y es que son difíciles de preparar, están para pedir un cubo, no pierden la textura y el crujiente cuando se enfrían, son bonitas y perfectas. Se merecen un aplauso.
Tienen una gran bodega con más de 300 referencias y la sommelier María José Jurado, responsable de este logro te aconsejara el vino adecuado para los platos que vas a degustar, el resultado será la armonía entre la comida y la bebida a un precio ajustado.
El trato y el servicio es excelente, me sentí a gusto y cómoda, la comida es estupenda, el vino el adecuado por lo tanto es un sitio totalmente recomendable.
Date un homenaje, reserva con El Tenedor que es muy sencillo, rápido y encima tienes promociones, en este caso un 30% de descuento que no es moco de pavo. Así ya se puede, ¡no te lo puedes perder!!!
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