Hoy vamos a preparar unas súper rosquillas caseras sin gluten, de esas de toda la vida que hacían nuestras abuelas, fritas con su capa exterior muy crujiente y muy esponjosas por dentro.
Vamos a sustituir la harina convencional por maicena y harina de arroz, me quedaron geniales, solo tienes que ver la foto para ver la pinta tan rica que tienen.
Me encantan las rosquillas fritas, prepararlas para merendar con un buen té o un rico café, son perfectas para compartir y disfrutar en familia de una tarde de invierno, en casa, muy calentitos y a gusto con nuestra gente.
Por eso me gusta preparar estas rosquillas de vez en cuando me recuerdan mi infancia y la comida que preparaba mi Madre, casera, sabrosa y sencilla.
¡No te lo pierdas!
- Categoría: masas
- Estilo: cocina casera
- Ingrediente principal: harina
- Tiempo de elaboración: largo
- Comensales: 4
- Precio: bajo
- Dificultad: baja
- Está receta está cocinada sin frutos secos, sin gluten
Ingredientes para preparar rosquillas caseras sin gluten para cuatro comensales:
- Harina de arroz, 300 g
- Harina de maíz (maicena), 250 g
- Huevos, 3 grandes
- Aceite de oliva, 100 ml
- Leche entera, 100 ml
- Anís, 100 ml
- Azúcar moreno, 75 g
- La ralladura de un limón
- Gasificante , 2 sobres blancos y 2 azules
- Aceite para freír
¿Cómo hacer rosquillas caseras geniales?
Elaboración paso a paso:
1º.- Separamos las claras de las yemas y reservamos las claras.
2º.- En un bol mezclamos las yemas con el azúcar y lo batimos hasta que esté cremoso, añadimos el aceite, la leche, la ralladura de limón y el anís y lo mezclamos bien.
3º.- Incorporamos las claras batidas a punto de nieve.
4º.- Le ponemos los sobres de gasificante, mezclamos y comenzamos a añadir las dos harinas tamizadas poco a poco.
5º.- Lo vamos a ir mezclando hasta que tengamos una masa consistente que se pueda trabajar con las manos. Si es necesario añadimos un poco mas de maicena, pero lo vamos a hacer a cucharaditas pequeñas y solo lo estrictamente necesario.
6º.- Dejamos reposar diez minutos con la masa tapada con un paño.
7º.- Calentamos el aceite y vamos preparando las rosquillas. Para hacerlas formamos bolas, del tamaño de albóndigas mas o menos, y les hacemos un agujero en el centro.
8º.- Las vamos a freír a fuego suave porque se van a hacer enseguida y se nos podrían quemar.
9º.- Una vez estén hechas las ponemos en un plato sobre papel de cocina absorbente, cuando estén frías las podemos espolvorear con azúcar glass.
Nos van a quedar crujientes por fuera pero no van a estar duras por dentro. Para conservarlas basta con dejarlas en un plato tapadas con papel de cocina. Las podemos guardar en una lata pero se pueden quedar blanditas.
Y ya los tienes listos para sacarlos a la mesa, un rato de placer, un pecado venial que no me pienso perder.
Consejos para que te salgan las rosquillas gigantes de cine
Cuando preparas una masa sabrás que está en su punto cuando no se te pegue en las manos, notes que está elástica y flexible.
Si se te pega añade un poco más de harina, en pequeñas cantidades, poco a poco, es mejor repetir la acción varias veces que pasarte y estropear tu amasado o que la masa nos quede como una ladrillo.
Para freír las rosquillas vamos a utilizar aceite de girasol que no les aporta sabor, es muy importante dejarlas escurrir en una rejilla para que suelten toda la grasa y nos queden ligeras y sin sabores raros.
No te pierdas mis Rosquillas caseras que quisieron ser donuts, un desayuno de primera, receta me quedaron deliciosas, de un error todo un éxito.
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