La salsa tártara es un clásico de la cocina francesa, es muy popular desde el siglo XIX para acompañar vegetales o pescados, es sutil pero intensa con sabores fuertes y frescos que le dan un punto delicioso.
Dicen las leyendas culinarias que proviene de Mongolia, nada más lejos de la realidad, es una salsa derivada de la salsa mahonesa, es mas, es una mahonesa a la que se añaden algunos elementos cortados en trozos pequeños
Para que te salga fina y elegante deberás trabajar los ingredientes cortándolos en trozos muy pequeños, sutiles que los notemos en la boca pero delicadamente, lo normal es añadir pepinillos, alcaparras, perejil, huevo cocido, una opción es sustituir el vinagre por zumo de limón y aderezar con pimienta recién molida y sal.
Algunos documentos muestran que la salsa tártara se elaboraba inicialmente emulsionando las yemas de huevo duro con el aceite, como nos enseña Escoffier en su libro “Mi cocina” que nos dice que debemos machacar en el mortero 4/5 yemas hasta conseguir una pasta lisa, sazonar con pimienta y sal e incorporarle aceite, vinagre y cebolla muy picada pera terminar con dos cucharadas soperas de mahonesa.
La Marquesa de Parabere simplifica la receta y ya utiliza mahonesa condimentada con alcaparras, pepinillos, perifollo, perejil, estragón, mostaza añadida generosamente, pimienta negra y cayena.
En la mayoría de las cocinas se ha impuesto la versión de la Marquesa y se ha simplificado la receta, siempre partiendo de una mayonesa tradicional y en muchas ocasiones añadiendo además la yema de huevo cocida.
La salsa tártara no debe confundirse con la crema tártara o crémor tártaro, no tiene nada que ver ni en composición ni en su uso.
Una de las sencillas opciones para hacer una salsa tártara es la que os explicamos a continuación, esperando que sea de vuestro agrado y que compartáis con nosotros vuestra versión si es diferente.
INGREDIENTES para cuatro comensales:
1 taza de mayonesa, 1c/p de alcaparras, 2 pepinillos agridulces, 1 c/s chalota, el zumo de 1 limón, sal, pimienta
para la mahonesa: 250 cc. de aove suave, 2 huevos grande, sal, el zumo de 1 limón.
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- Categoría: Salsa
- Estilo: cocina clásica
- Ingrediente principal: Mahonesa
- Tiempo de elaboración: corto
- Comensales: 4
- Precio: económico
- Dificultad: baja
- Esta receta no contiene ni frutos secos, ni gluten y ni lactosa.
Precocina:
Empezaremos preparando una Mahonesa:
Poner en el vaso de la batidora el aceite, el huevo y una cucharita de café de sal. Metemos el brazo de la batidora, lo apoyamos en el fondo y le damos caña, la mahonesa se va haciendo y sube para arriba, emulsionando el aceite. Cuando ya tenemos todo el aceite ligado le añadimos el zumo de un limón o un chorro de vinagre, depende de los gustos o de la utilización posterior de la mahonesa. Probar para ver el punto de sal y de limón. Si es necesario rectificar.
Cocina:
Salsa tártara:
1º.- Pon en la picadora las alcaparras, el pepinillo y la chalota, pica en trozos súper minis
2º.- Mezcla con la mahonesa e integra muy bien todos los ingredientes
3º.- Añade la pimienta y si la mahonesa no tiene limón añádele un chorrito
4º.- Prueba y da el punto final, ajustando sabores.
Si quieres darle un toque gracioso añádele polvo de guindilla o sashimi togharasi
- c/s: cuchara sopera
- c/p: cuchara de postre
- c/c: cuchara de café
- l/c: la cantidad necesaria
- 1 vaso de chupito = 100 ml.
- AOVE = Aceite de Oliva Virgen Extra
3 Comentaros
Estuve viendo una publicación tuya sobre los chiles y me indigno que escribieras México con J “Mejico”, No sé si sepas que la palabra no está en español, está en Náhuatl y es de origen Mexica pronunciándose (Meshica) por lo cual aunque la “Real academia española” lo admita sigue y seguirá estando mal esa castellanización del nombre, ya que reitero la palabra no es español es Náhuatl lo cual a los ignorantes no les importo investigar, y te preguntaras, entonces porque se pronuncia como “Mejico” Esto es ya que después de que México se independizara de España y volviera a sus raíces quitando el nombre de “Nueva España”, Dándole el nombre de México, ocurrió algo trágico la influencia de la lengua española transformó el sonido shi en ji, que por cierto traducido al español que es lo que querían hacer los ignorantes de la “Real academia española” traducido su significado es “El ombligo de la luna” del Náhuatl “México”