Torrijas de queso roquefort, receta paso a paso

Cuando llega la temporada de Semana Santa todo el mundo se pone a comer torrijas como locos, marroncitas y esponjosas, una maravilla  las puedes encontrar preparadas con vino, empapadas en leche, cremosas,… bueno un sinfín de formas diferentes. Se acaba la Semana  y las olvidamos hasta al año siguiente y es una  pena ya que son deliciosas y deberiamos tomarlas mas frecuentemente.

Las que hoy nos ocupan «torrijas de queso roquefort»son algo diferentes, vamos a dejar el dulce y nos  metemos en el campo del salado, nuestras ricas torrijas van a estar bañadas con una crema de queso roquefort son deliciosas y espero que os gusten.

Todas las torrijas  tienen un requisito imprescindible: tienen  que llevar canela y yo la odio. Hasta hace muy poco solo las probaba cuando algún amigo/a caritativo/a  tenia la amabilidad de prepararme unas poquitas sin la especia de marras.Decidí prepararlas yo pero darles mi punto y mi sello y desde luego sin canela así que saladas  y en lugar de un postre que sea un aperitivo o una merienda y como tienen un sabor intenso y fuerte las voy acompañar de una fresca ensalada de rúcula.

Han quedado de lujo, crujientes por fuera y seguirán así ya quemo las voy a mojar, por dentro son cremosas y con un sabor a queso  intenso y deliciosa pero refinado y con matices exóticos que le aporta la flor de macis, mis torrijas son todo un espectáculo un aperitivo increíble que a mis comensales les ha encantado y no han dudado en repetir y tripitir.

No lo dudes lánzate  y pruébalas, es como si cocinaras las torrijas normales pero empapadas en una crema ligera de queso roquefort. Una maravilla torrijera.

INGREDIENTES  para cuatro comensales:

Para las torrijas: ½ barra de pan de torrijas del día anterior, 100 gr. de queso roquefort, ½ litro de leche, 10 granos de pimientas variadas (cubeba, rosa y Jamaica), una pizca de flor de macis, 1 huevo, l/c de AOVE para freír.

 Para la ensalada: 100 gr. de recula, 1 tomate, aceite de oliva virgen variedad empeltre, 1/2 limón, flor de sal.

oooOOOooo

c/s: cuchara sopera

c/p: cuchara de postre

c/c: cuchara de café

l/c: la cantidad necesaria

ELABORACIÓN: 

La crema de queso:

Ponemos la leche a calentar añadimos el macis y las pimientas y les damos un hervor, apagamos y dejamos que se enfrié y que se maceren los sabores, si lo preparas una hora antes mejor.

Incorporamos el queso y ponemos al fuego,  dejamos que se funda el queso, damos vueltas cuidando de que no hierva. Lo dejamos reposar, nos tiene que quedar una crema fluida.

Cuando esta tibia añadimos el huevo batido, mezclamos bien y pasamos a un plato hondo.

las Torrijas:

Quitamos la corteza del pan y cortamos en cuadrados si queremos hacer bocaditos, si vamos a utilizar la rebanada de pan la dejamos tal cual.

Empapamos muy bien el pan con nuestra crema de queso, dándoles la vuelta para que mojen por todos los lados, pinchamos para que penetre bien por dentro y dejamos un par de minutos infusionando.

Ponemos aceite  en la sartén y con mucho cuidado freímos las torrijas hasta que estén doradas. Las retiramos sobre un pliego de papel cocina.

La ensalada:

Picamos la rúcula con las manos.

Pelamos el tomate  y lo picamos pequeñito.

Juntamos  y aliñamos con AOVE (Empeltre) y escamas de sal.

PRESENTACIÓN:

Servimos nuestras torrijas acompañadas de la ensalada, ahora llega el momento de la sorpresa y recoger el fruto de todos tus esfuerzos,  es el momento de disfrutar de nuestro trabajo con nuestra gente y es el momento de descubrir que nuestras torrijas están riquísimas, todo un lujo.