Si coges la salida “10” de la A6 te encontraras un enorme cartel que reza: “la casa de Mónico”; lo primero que piensas es que se trata de un restaurante mas de los muchos que hay por los alrededores y te equivocas, tras ese cartel se encuentra un espacio enorme, verde y precioso donde se celebran todo tipo de eventos, desde una comida familiar a un evento con muchísimos invitados, bodas espectaculares, presentaciones, o lo que necesites.
Mónico es el catering más antiguo de Madrid, recientemente ha cumplido 75 años por lo que la experiencia no les falta. Todo comenzó en 1940 cuando Don Carlos Albert, hijo de los marqueses de Alhucema, abrió un pequeño salón de té en el Paseo de Recoletos de Madrid, inspirado en el legendario café de Nueva York Delmonico’s, y su objetivo era proporcionar trabajo a su antiguo servicio. Pronto será un local de moda frecuentado por la flor y nata de la capital.
Ante el éxito del salón de té, abren dos tiendas donde se despachan productos elaborados con ingredientes de primera calidad y un servicio a domicilio gourmet, elegante y distinguido: es el primer catering de Madrid.
En 1995 adquieren la «Casa de Monico» que cuenta con un jardín de estilo inglés y con salones adecuados para albergar desde 15 invitados hasta 600 y en 1998 se incorpora «El Cortijo» , una finca de estilo andaluz enorme, mas de 3 hectáreas llena de jardines y edificios que pueden llegar a albergar la nada desdeñable cifra de mil comensales.
Además cuentan con más espacios asociados espectaculares como la finca “Feligres”, donada a la Asociación Cultural AFEJ por el torero El Juli, que es una preciosidad y en sus instalaciones tiene una súper plaza de toros en la que si eres aficionado a la fiesta nacional puedes celebrar desde tu boda a una capea con los amigos, está a 20 min. de Madrid y es un sitio encantador, cuidado, limpio y elegante. En Feligreses hay un museo taurino con los trajes de luces del Juli, infinidad de trofeos del torero y muchas de sus pertenencias, tienen un traje que puedes coger y admirar en tus manos, curioso y sorprendente.
El Castillo de Batres es otro espacio singular con el que cuenta Mónico, se trata de una antigua atalaya musulmana reformada en el SXV, declarado bien de interés cultural y es un espacio muy bonito, con jardines y una arboleda frondosa y preciosa.
Ya conocemos el entorno ahora nos queda disfrutar de la comida que es estupenda, los cócteles son elegantes con unas mesas espectaculares de quesos y embutidos, canapés y tapas ricas y no todas son lo que parece ya que crees que te vas a tomar una morcilla y se trata de una sorpresa de calamares en su tinta, o un chocolate con churros que es un curioso salmorejo. Todas estas delicias se deben a la estupenda mano del Chef David Villaverde.
También hay que destacar el obrador, la calidad le viene de antaño y la han sabido mantener a la perfección, una mesa de postres preparada por Mónico, estoy segura, de que se convertirá en un recuerdo inolvidable para todos los asistentes al evento, una delicia al lado de otra. Todo un espectáculo gastronómico, casi, casi el cielo de los golosos y es que el chef repostero Ángel Uró es un genio de los pastelillos y de los macarons entre otras maravillas.
En la fiesta del 75 aniversario de su fundación presentaron además de su nueva imagen al nuevo chef asesor Miguel Cobo, que aportará a la casa un toque moderno y renovador.
Sólo me queda comentar el trato tan estupendo que recibes por parte del personal, desde su Director Javier Carracedo, Eva Pérez directora comercial, las comerciales, los camareros, los chefs y cocineros, los maîtres, el personal del guardarropa… se preocupan por que estés a gusto y disfrutes a tope de tu fiesta.
No te lo pierdas es altamente recomendable.
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