Hay lugares donde los sabores y los olores se graban en la memoria y no se olvidan jamás, recuerdas lo que comiste, cosa a cosa, sabor a sabor e inmediatamente te sale espontanea una sonrisa monumental y de placer rememorando placeres pasados e inolvidables.
Todo esto y más sucede tras tu primera experiencia en FM (Francisco Martin) un restaurante granadino, que está situado fuera del círculo turístico y tras su modesta fachada, nadie se imagina que estas en una de las 100 mejores barras de España, y uno de los mejores restaurantes de Granada. Si vas a esta ciudad es imperdonable que no lo visites.
Tiene aspecto de bar de barrio de los años sesenta, limpio como una patena, es pequeño por lo que se llena enseguida, nosotros nos sentamos en una mesa alta donde fuimos entendidos con gran amabilidad, estupendamente.
Comer en FM es una fiesta gastronómica y no exagero un pelo, te aconsejo comenzar con unos camarones que estaban “para ponerles un piso”, frescos, deliciosos solamente la promesa de más manjares, te pone freno para pedir otra bandeja.
El siguiente paso es el pulpo seco a la plancha; las berenjenas fritas cortadas a cuchillo en finas laminas imposibles, crujientes y delicadas; los boquerones fritos, partidos en lomos eran una delicia tersa y claro está sin ninguna espina, las cocochas sublimes; la ensaladilla rusa digna de Monsieur Olivier y que José Carlos Capel coloca entre entre su top 10 de ensaladillas rusas y seguimos, el tomate raf autentico y directo de Almería con olor y sabor, ortiguillas, canaillas, calamares, gambas fritas, pimientos del Padrón, anchoas,…
En el FM prima la calidad trabajan con una materia prima de primera fila, mejor imposible, por eso a algunos les puede parecer caro que un simple (en apariencia) bar de barrio cobre precios un tanto elevados pero en realidad no lo son, ya que, amigos, la calidad se paga.
La cocinera del FM , Rosa Macías, es especialista en plancha y en fritos, maestra del rebozado ya que los consigue crujientes y etéreos y que no sepan al aceite de la fritura, y es que hasta el que utiliza es de primera calidad (Oro de Bailen). Siendo un bar en que la forma de cocinar principal son los fritos no hay un solo atisbo, ni el mas mínimo olor.
Hay que señalar la amabilidad de la camarera que nos atendió (Elisabeth), siempre pendiente y atenta a nuestros más mínimos deseos.
Está muy claro que si visitas Granada no te puedes perder esta visita, es absolutamente obligatorio, si eres gourmet, foodie o disfruton, como quieras, no te puedes perder pasar por su barra y regalarte una ágape inolvidable y una comida que se quedara grabada en tu memoria.
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