La comida sana, ecológica y natural es fundamental para mantener la buena salud, estar en forma y llevar una vida agradable. Para empezar dejaremos claro un concepto fundamental: “comer sano NO quiere decir comer mal”, al contrario, con alimentos naturales y ecológicos podemos elaborar en nuestras cocinas los más exquisitos manjares, los platos más sofisticados y de alta calidad que te puedas imaginar o las comidas más sencillas y caseras del mundo, los taper que nos vamos a llevar al trabajo o los bocadillos del colegio de los niños. Todo cabe en las cocinas ecológicas.
Vamos a defender los alimentos ecológicos y naturales para el día a día y es que estos productos tienen más sabor y nutrientes ya que la tierra se regenera y se fertiliza de forma orgánica, por eso es importante encontrar una marca de calidad como El Granero Integral que nos los acerque con garantía total a nuestras cocinas.
Lo primero que tenemos claro es que estos alimentos carecen de aditivos, de conservantes químicos, de fungicidas e insecticidas lo que hace que cada pieza tenga su propia figura que no sean todos iguales, ni estén brillantes y relucientes ya que no se les añaden ceras para embellecer y conservar durante más tiempo, se tratan con elementos naturales, por ejemplo para evitar que salgan plagas de araña negra en los tomates se deben intercalar plantas de albahaca que ahuyenta a los insectos, para erradicar los pulgones de las verduras lo mejor es lavar la planta con agua y jabón y santo remedio. Con estas “soluciones caseras” se consigue una producción sana y natural.
Son de temporada por lo que nuestra dieta se deberá regir por los productos que encontremos en el mercado, al ser su momento estarán en todo su esplendor y cargados de sabor y de nutrientes, de lo más sano.
Los alimentos ecológicos están sujetos a un férreo control: desde la tierra en la que se cultivan, las semillas, la producción, la recolección, el etiquetado y la distribución tienen que cumplir una serie de normas de lo más estrictas, que no se pueden ni obviar ni omitir, lo que significa una garantía para el consumidor que sabe lo que come: productos de alta calidad.
Por la forma de cultivarse, por seguir los ciclos de la naturaleza este tipo de alimentación contiene muchos más minerales, vitaminas, aminoácidos, antioxidantes…, este punto está comprobado en un estudio de la Unión Europea “Quality Low Input Food” (QLIF) en el que han participado más de treinta instituciones y universidades de toda Europa.
Al comer productos que utilizan para su desarrollo energías renovables estamos colaborando con el medio ambiente, con el respeto a la tierra evitando sobreexplotaciones y contaminaciones innecesarias, un buen intento de conservar la tierra para que las generaciones futuras puedan disfrutar de este planeta azul tan mal tratado y castigado.
Hay muchas mas razones pero no te quiero aburrir, estoy segura que mis argumentos te han convencido y que te vas a apuntar al “eco”
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