Descanso de caminantes la venta de Ulzama lleva recogiendo viajeros desde 1896, en sus orígenes los viajeros cambiaban los caballos, comían y descansaban para rápidamente retomar su camino y desde entonces esta regentada por la misma familia Goñi, hoy se ha trasformado convirtiéndose en un hotel encantador y en un restaurante de primera que desde luego no te puedes perder.
En un entorno maravilloso, situada al norte de España dentro de la región geográfica de la Montaña de Navarra, a 22 km al norte de Pamplona, con una ortografía formada por suaves colinas que invitan al paseo entre hayas y robles, caserones diseminados llenos de flores conforman el paisaje.
Para llegar a la venta hay que iniciar la subida al puerto de Belate, a un kilómetro de la carretera nos encontraremos con la imponente venta de Ulmaza ante nuestros ojos, ya hemos llegado a nuestro objetivo y lo primero que vamos a hacer es disfrutar de las imponentes vistas, después pasaremos al comedor para degustar una comida con productos de la zona, cinco generaciones han pasado por sus fogones preparando una comida en la que el producto es el rey, excelentes materias primas y la elaboración justa hacen que sea un lujo comer en sus salones, limpios y cuidados.
Setas de sus bosques recién recolectadas como las gibelurdinas que no conocía y me parecieron deliciosas, recogidas en todo su esplendor y elaboradas de forma sencilla respetando su enorme calidad constituye una autentica delicia gastronómica, verduras de su huerto y de temporada, cordero y ternera de la raza autóctona de la zona llenan sus platos.
Entre sus platos más emblemáticos se encuentra la menestra, plato típico de la cocina Navarra donde se aúna tradición y modernidad, verduras de temporada en el punto justo de cocción, crujientes y llenas de sabor se juntan para crear un plato digno de reyes.
La caza también ocupa un puesto muy importante en la carta de la Venta, corzo, pichón o paloma torcaz, según la temporada se transforman en delicias culinarias.
En la venta de Ulzama hay que saber pedir y dejar un hueco para el postre que bajo ningún concepto te puedes perder, no te puedes marchar de esta casa sin probar la cuajada quemada y los canutillos, la primera es una especialidad de la casa y es difícil explicar este plato tan maravilloso con palabras, delicado y fresco, con un sabor y una textura muy especial que la hacen inolvidable.
Otro postre de primera son los canutillos rellenos, una masa fina y delicada rellena con una deliciosa crema y que han pasado a ocupar el primer puesto en mi lista de postres ya que son los mejores canutillos que he comido en mi vida.
Ya sabes, toma nota y apunta en tu lista “de lo que no te puedes perder” a la Venta de Ulzama, es un caserío precioso con un hotel con unas vistas maravillosas donde el verde es el rey, un restaurante excelente que dejara huella en tu memoria, unos recuerdos gastronómicos estupendos y un servicio de lo más eficaz y agradable.
Un comentario
Me encantó leer este artículo.