Cuando hablamos de cocinar con flores la mayoría de la gente se extraña aunque sin saberlo las consumimos habitualmente, alcachofas, coliflores, brécol… forman parte de nuestra dieta diaria.
Pero quiero trascender y como los grandes chefs del mundo añadir a mis platos begonias tersas y aromáticas con su toque crujiente, fragantes pétalos de rosa con su sabor tan especial, deliciosas landeras con su toque cítrico, frescas capuchinas … un mundo de flores que aportaran un nuevo y divertido toque a mis platos.
Quiero llenar mis platos de color y de aroma y aprovechar que estamos en primavera y el mundo es una explosión de color
Es toda una experiencia en la que estoy volcada con mucho entusiasmo y que os quiero trasmitir.
Vamos a empezar como siempre sentando las bases, la historia y los orígenes de la cocina florar nos servirán de pistoletazo de salida, después haremos un pequeño repaso de las flores más utilizadas, veremos el panorama español y unas cuantas recetas y sugerencias serán la guinda del pastel. Vamos a por la historia.
flor de la achicoria
Cocinar con flores, florifagia, historia
Según el diccionario de la RAE “fagia” viene del latín -phagĭa, y este del griego -φαγία –phagía y designa la acción de comer o de tragar como aerofagia o disfagia.
Si a este vocablo le unimos el prefijo “flori” nos encontraremos con una palabra curiosa “florifagia” –comer o tragar flores-, menester al que se dedica la humanidad desde que esta sobre la faz de la tierra.
Es seguro que neandertales o cromañones las tenían incluidas en su dieta ya que comían todo lo que encontraban, lo que podían cazar o recolectar formaba parte de su ingesta pero a esto no se le puede llamar cocina.
Es la incorporación del fuego y con él la trasformación de los alimentos, la que dará este paso y las flores seguirán formando parte de la dieta, ahora elaboradas y no solo como un elemento más.
Se utilizaran para dar sabor, aroma y color a los platos más refinados de todo el mundo, desde la América Precolombina que las añadían al cacao o las comían en platos salados, a Europa donde se añadían pétalos de rosa y azahar a los dulces o en China que agregan crisantemos a las sopas…
Pero no solo sirven para dar vida a los platos también se potencia su uso por sus grandes propiedades curativas y medicinales.
los romanos y la cocina con flores
Está documentado que los egipcios las usaban, pero serán los romanos quienes las usen como elemento afrodisíaco, Marcus Gavius Apicius conocido como “Apicius” en su libro “De re coquinaria” nos describe la preparación del vino de aromas, un brebaje que tiene como objetivo estimular la voluptuosidad y predisponer para el amor. La receta es sencilla: se hierve un poco de pimienta, azafrán, dátiles y nardo, se deja enfriar y luego se hierve de nuevo hasta conseguir cierta consistencia y un brebaje intenso.
Otra receta es el vino de rosas, en la que se maceran los pétalos en vino varios días y se consume con miel, estos vinos se servían en los banquetes de los emperadores y eran los favoritos de Nerón.
A Cicerón le encantaban los estofados de carne condimentados con flores de malva. Un brebaje amoroso muy al uso en las fiestas romanas estaba compuesto por malvas, flor de apio, pasas y garum.
Plinio nos aconseja un preparado estimulante para aumentar la potencia sexual es utilizar la flor de lis ya que tiene dos tubérculos que nos recuerdan los testículos aunque si utilizas el más grande, siempre según Plinio pulverizado con leche de cabra el efecto es el contrario ya que reprime los deseos sexuales.
Al emperador Carlomagno le encantaban estas flores y las comía habitualmente en ensaladas.
los árabes y la cocina con flores
En la antigüedad se cultivaban más de ochenta variedades, la fuente es el “tratado de Agricultura de Paladio” (SIV d.C.), pero este número aumento enormemente con la llegada de los árabes al sur de Europa ya que incorporaron nuevos sistemas de riego y el cultivo combinado de plantas aromáticas y flores con árboles, conviviendo las plantas silvestres con las cultivadas.
Nos trajeron el jazmín, la violeta o el azahar que rápidamente se integraron en las cocinas dando lugar a deliciosos dulces llenos de aromas florales, confituras y jaleas. Las flores conservadas en azúcar `fueron una delicia muy apreciada en los ágapes medievales.
Nostredanus y la cocina con flores
Será Michel de Nostredame (Nostradamus) quien escriba él primer recetario que contiene flores como ingrediente principal de varias preparaciones, data de 1555 y se llama “Excelente y muy útil opúsculo para todos necesario con diferentes formas de hacer exquisitas recetas«.
Está dividido en dos partes, la primera trata de maquillajes y fragancias para ilustrar y embellecer la cara. La segunda parte nos muestra el modo y la manera de hacer mermeladas de varias clases, con miel, con azúcar, flores, vino…
A esta segunda parte se le llama coloquialmente “tratado de las confituras”. En el incluye una “confituras de rosas” que se continua elaborando en la actualidad de igual manera y es la receta que tenemos en este blog.
El gran medico/filosofo/vidente nos da una serie de consejos curiosos como recoger las rosas al amanecer cuando estén perladas de roció y sustituir el agua por el rocío mañanero, el resultado será una preciosa delicia y un regalo para el paladar.
Pero otro genio opinaba diferente para Leonardo da Vinci que en sus notas de cocina opina que la única flor que se podría comer es la flor del calabacín. Recomienda freír recubierta con una mezcla ligera de harina para darle un punto crujiente.
El lenguaje de las flores
Durante la época Victoriana (SXIX) las flores constituían un autentico lenguaje de lo más curioso, lleno de carga erótica y de significado, Carlos D. Cidon lo recoge en su libro “flores, aromas nuevos en tu cocina”.
Se tenía que tener muy presente las flores que te regalaban o que encontrabas en el plato ya que podías ir desde el éxtasis al recibir una rosa roja que simboliza la pasión, al más triste olvido si se trata de una anemona, si recibías una adelfa significaba seducción, una campanilla coquetería; el girasol adoración; la lila humildad; la rosa amarillo celos, el romero recuerdos… una forma de expresión que ha caído en el olvido y se ha convertido en una lengua muerta.
Cocinar con flores en la actualidad
Serán los chefs franceses Michel Bras y Marc Veyrat – poseedores de tres estrellas Michelin – quien revitalizaran el uso de las flores en la cocina, marcados por la influencia del “terroir” y del entorno que quieren llevar e integrar en su cocina.
Su filosofía culinaria de formar un todo con la naturaleza propiciara este auge y así entran las bellas y aromáticas flores a formar parte de la alta cocina y son protagonistas en los platos del Bulli, del Celler de Cam de Roca, de Mugariz de Andoni Luis Udariz, del Noma de René Redzepi en Copenhague o en la Ostreria Franciscana de Massimo Bottura en Milan.
Las flores están presente en grandes platos de los mejores y mas famosos cocineros pero en el resto del mundo culinario su presencia es testimonial y apenas se utilizan.
Tampoco en la cocina domestica en la que poco a poco queremos introducirla por eso lanzo este reto: que probéis las flores y las añadáis a las ensaladas, a los cócteles o a vuestros postres. un mundo infinito de sabores y aromas increíbles se abren ante nosotros.
No te lo pierdas.
Mis recetas con flores
8 Comentaros
De dónde saco la historia ? cuáles son sus fuentes?
Desde luego, las flores en la ovina, son pura poesía.
Rcibocon frecuencia los artículos que escribe y estoy hoy gratamente sorprendido con este artículo de las flores, que revela investigación y un gran esfuerzo por aportar un conocimiento integral. Mucha gracias y felicitaciones!!
Los platos decorados con flores son siempre muy elegantes y apetecibles.
Me he leido el articulo con detenimiento, me parece muy interesante.
Los platos decorados con flores son impresionantes. He probado en los restaurantes verdaderas maravillas. Me encantan