Por fin llegó el día, llené mi súper maleta y Gabi y yo salimos rumbo a Elche, con paradas varias que ya iré contando en diferentes capítulos ya que todo seguido sería larguísimo. Un esperado viaje que cubrió todas mis expectativas. Ni en mis mejores sueños podría haber salido tan bien, una aventura de conocimiento, gastronomía y turismo, de visitar lugares fantásticos y conocer gente maravillosa.
Mi llegada a Elche estuvo llena de sorpresas. La primera fue descubrir ese inmenso palmeral, miles de palmeras adornan esta bonita ciudad que debe estar entre tus favoritas porque lo tiene todo: es agradable, se come estupendamente y sus paisanos son gentes de lujo, entrañables y amables. Me ha encantado Elche.
Mi primera parada fue en Huerto Gourmet, una empresa ilicitana que se dedica al cultivo de los cítricos más exóticos que puedas imaginar y a la comercialización de los dátiles frescos, una joya gastronómica que por desgracia es una gran desconocida para el 99% de los españoles, sí, no pongas esa cara, te estoy hablando de los dátiles recién recolectados, tal cual nos los entrega la palmera, una fruta deliciosa, sutil, con un sabor delicado y especial.
Nadie se debe perder el probarlos y estoy segura que pasarán a ser uno de tus preferidos. Visitamos el vivero de Huerto Gourmet y tuvimos la suerte de ver y fotografiar cidras, bergamota, limón pera, kumquat, limequat, calamondín, caviar cítrico, yuzu, mano de Buda, uffff, no podía dejar de tocar y de oler. Nos acompañó Santiago Orts, el alma de este proyecto, y sus explicaciones fueron muy ilustrativas, útiles y este es el primer paso para continuar revisando estos cítricos tan espectaculares y dedicar un punto y aparte al “dátil”.
Mi segunda parada ilicitana fue el Mercado Central, toda una experiencia de la que salí cargada de bolsas con frutas y verduras recién cogidas, ricas, ricas: habas tiernas, deliciosas, con las que he preparado un plato para chuparse los dedos; alcachofas fresquísimas, que por cierto son de una variedad diferente a las de Tolosa, más alargadas y picudas pero tiernas como la mantequilla; guisantes frescos; una tonelada de naranjas y mandarinas y otra de dátiles frescos; unas cebollitas «minis» súper ricas y mucho más, zanahorias rojas, chirivías (otra desconocida); me gustó comprar en este mercado, la gente fue muy amable conmigo y me dieron a probar de todo, una forma genial de comprar ya que sabes muy bien lo que te llevas. Tengo que dar las gracias en especial a Francisco y a Gloria (puesto 15-16 y 17) que me trataron como a una reina.
Mi tercera experiencia ilicitana fue la llegada al “Huerto de la luz” un remanso de paz y tranquilidad, un hotel (casa colonial) precioso lleno de vegetación y que tengo anotado para visitar en el verano o en la primavera. Mis amigos Bernardo y Carmen, los propietarios del hotel, me dieron permiso para asaltar su huerto de cítricos: mandarinas, limones, naranjas a montones, como una niña pequeña, con mi bolsa en ristre, ataqué sin piedad a los pobres árboles y he hecho acopio de hojas diversas para mis guisos. Divertido, divertido.
Por la tarde la “Asociación de Productores y comercializadores de Granadas de Elche” nos invitaron a una cena muy especial de la asociación gastronómica “La calendureta” (nacida en el seno de la «Asociación para el desarrollo rural de Elche) que tiene como objetivo dar a conocer el valor, tanto cultural como turístico, de los recursos gastronómicos de la zona y de los beneficios de la Dieta Mediterránea. La gatronomía ilicitana y de su área de influencia es reflejo de las aportaciones que, a traves de la historia, han ido realizando sus diferentes pobladores y civilizaciones. Aunando la historia, la cultura, la gastronomía y los productos locales, desde una vertiente diferente y muy interesante, preparan menús temáticos sacados de tratados y de estudios y así, nos encontramos con un menú ibero, otro romano, de la edad media o el que tuve la suerte de degustar: la edad moderna.
Todos los platos de este menú tenían su razón de ser, estaban por algo y eran parte intrínseca de la Historia de Elche. Nos los explicó el Catedrético Carlos Martín Cantarino y la investigadora gastronómica Elisabeth Parres, que nos ilustraron sobre lo que comíamos y sobre el ingrediente estrella del plato, además de sus antecedentes históricos y culturales. Una comida diferente y, si viviera en Elche, no me perdería ni un solo evento de La Calendureta. Además me queda pendiente una ilustrativa conversación con el Profesor Carlos Martín, un hombre apasionado y sabio.
Y llegamos al concurso. La verdad es que estaba un poco nerviosa pero, poco a poco, me fui calmando e hice lo que tenía que hacer: “divertirme”. Aquí va la crónica de un concurso genial en una magnífica cocina.
Llegamos al restaurante La Finca, de Susi Díaz, sobre las 11 de la mañana. Ya fue motivo de alegría llegar a un jardín precioso lleno de plantas y flores perfectamente cuidadas que luego irán a decorar los platos y a poner la nota de color. Nos dieron un delantal y…. a cocinar en una supercocina que poco tiene que ver con nuestras cocinas domésticas; los fuegos van a toda mecha y en un “pis-pas” todo está listo y cocinado, mis kumquats quedaron perfectos pero en el límite, por poco se ponen al carboncillo, ¡¡que susto!!. Nos ayudó un miembro del equipo de Susi Díaz, que estaba supervisando dejándonos a nuestro aire; terminé el plato y llegó el momento del jurado: es una sensación muy extraña cuando unos expertos están valorado tu trabajo, te corre un gusanillo por el estomago que, ¡¡madre mía!!!, qué tensión y qué nervios.
Y la apoteosis final, el veredicto y mi nombre el ganador, jajaja, que bien me sentí, como una reina y me tuve que contener que yo soy muy expresiva y hubiera pegado un grito súper. Luego el peso y… ¡caray! 76 kilos de granadas, que conste que llevaba el abrigo puesto, jajaja¡¡¡¡.
Para rematar una dia tan inolvidable nos prepararon un cóctel para quitarse el sombrero, impresionante, elegante, refinado y lleno de bocados magníficos. Una maravilla.
Y llega la hora de los agradecimientos:
En Primer lugar a Marga y a la Asociación de Productores y comercializadores de Granadas de Elche, por acogernos con tanto cariño y tratarnos tan bien y por estar pendientes de nosotros todo el tiempo. Para quitarse el sombrero.
A Santiago Orts y Raquel Alvarado por recibirme, ilústrame y enseñarme ese vivero tan magnífico.
A la asociación La Calendureta por una cena inolvidable, a Eli Parres y al profesor Carlos Martín por compartir con nosotros su sabiduría. Y a ADR y su presidente Bernardo Torres.
También tengo que hacer una mención a mis “rivales”, cocineros de pro y personas maravillosas, todo un honor compartir fogones con Ettore Cioccia (Bavette) y Davinia Sánchez (Caña de Azúcar). Así mismo no puedo olvidarme de Francisco Becerro de «Lazy Blog» amigo y compañero blogger que hace más de un año me animo a presentarme a este concurso y de Carlos Saez de «Carolus Cocina» por acompañarnos y compartir con nosotros su bonita ciudad y su sociedad gastronomíca y sus amigos.
Para terminar, a Susi Díaz por dejarme entrar en su cocina del Restaurante La Finca, por ser tan amable, agradable y como todas las personas grandes sencilla y encantadora.
Y esta es la cronica de un fin de semana maravilloso que no olvidare.
5 Comentaros
Fantástico inicio de crónicas de un premio anunciado…no podía ser de otra manera, seguro que tu plato estaba para chuparse, literalmente, los dedos.
Besotes,
Mar
Eres un crack Concha, y el premio era súper merecido. Una estupenda crónica.
Bss
Elena
De nuevo felicidades «colega», menuda buena compañía, ya estamos deseando catar esas granadas 😉
Besos
Nieves
Concha, no tengo el gusto de conocerte aunque leí el resultado del premio del concurso y supe que eras la ganadora. solo quiero darte las gracias a ti por el precioso post que has puesto en tu blog y que me ha llegado via facebook. ¿ dirás; las gracias porque? .Primero porque soy ilicitana y pones nuestro pueblo por las nubes, segundo porque tambien me apasiona la cocina y soy bloguera y tercero por se la madre de Santi. Si vuelves a Elche no dejes de ponerte en contacto conmigo via Santiago.Un beso grande.Sol
me han encantado tus palabras, soy una seguidora incondicional de tu blog, me gustan mucho tus recetas y tus mermeladas que las probé una vez.
Estaré encantada de llamarte ya que pienso volver a Elche, me lo pase genial y todo el mundo me trato super bien, no solo en el concurso, en los bares, restaurantes mercados, tiendas…..
Sois un encanto¡¡¡¡¡
fue una experiencia estupenda.
espero conocerte pronto¡¡¡¡¡
un beso enorme
Concha