El colinabo es una crucífera (Brassica napus var. Napobrassica) también conocida como nabo de Suecia, colinabo, nabicol, nabo blanco, naba o rutabaga. Se cree que su origen es asiático pero no está comprobado. Su cultivo es muy en el norte de Europa, alimento imprescindible en siglos anteriores, un elemento súper importante en su dieta.
Es una bola redonda, carnosa y dura con la raíz engrosada o tuberosa (acumula los nutrientes) que crece a ras de tierra, posee unos vástagos que le dan una apariencia muy curiosa. Es bianual y alcanza una altura de 25/30 cm, con un tallo alargado con muchas hojas que se comen. Para su comercialización se seleccionan bulbos con un diámetro máximo de 7 cm.
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Existen dos variedades: la verde y la purpura, se plantan en la primavera y se recoge en al comienzo del otoño, son muy resistentes al frío por lo que pueden permanecer en el suelo hasta diciembre. Las principales zonas de cultivo son los países nórdicos de Europa, Estados Unidos y Canadá.
Es una fuente de fibra y alto contenido en magnesio, fósforo, hierro, calcio y potasio y muy bajo en sodio, tiene muchos carotenos y vitamina C e hidratos de carbono, muy pocos azucares y alto contenido en vitaminas B1 y B2, vitamina C, ácido fólico, y fibra. Contiene mucha agua y muy pocas calorías – 21-35 kcal por 100 g de producto fresco – lo que le convierte en un alimento perfecto para todo tipo de dietas.
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Para lograr su óptima conservación se deben separar las hojas del bulbo y guardar estos en bolsas de plástico perforadas, así nos duraran entre dos y tres semanas en perfecto estado.
Es un producto con un gran potencial gastronómico además como ya hemos señalado, muy sano y nutritivo que se puede comer crudo, hervido, asado o como la imaginación te dicte.
Se come todo, incluso que las hojas que puedes cocinar como los grelos. Su sabor es una mezcla que te recuerda ligeramente a la col aunque predomina el del nabo lo que hace que sea amable y agradable al paladar, es muy refrescante, acuoso y su textura es crujiente y tersa.
Si lo cortas en rodajas finas y luego en palitos te ira perfecto para preparar una ensalada increíble como la Waldorf; en puré, crema o veloutée es una autentica delicia; perfecto para sopas y cocidos como un elemento que aporta sabor y gratinado al horno es fantástico y un plato muy típico de la gastronomía germana.
Si no lo has probado debes hacerlo, te gustara y descubrirás un ingrediente más para tu cocina variada y original.
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