En este post nos vamos a Mesopotamia queremos conocer el origen, la evolución de la comida y de la forma de comer, saber como subsistían en nuestros antepasados en los albares de nuestra civilización.
El hombre desde el principio de los tiempos tenía una meta de lo mas simple que consistía en satisfacer sus necesidades primarias: comer y beber, que eran acciones indispensable para su supervivencia y «cómo» y «que» comían era la premisa básica en el desarrollo de los diferentes pueblos que fueron la base y los pilares de nuestra cultura y es el índice más fiable de su poder económico.
Los primeros testimonios los encontramos en Mesopotamia:
Con la aparición de la escritura (aprox. 3.200 a C) encontramos los primeros testimonios escritos en tablillas, hasta su aparición solo contábamos con algunos restos de utensilios para manipular los alimentos muy primitivos y rudimentarios, pero no tenemos la mas mínima idea de cómo los utilizaban.
Es en Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Éufrates, donde florece la cultura, el inicio de lo que hoy somos, es en este territorio donde las nuevas civilizaciones empiezan a sentar las bases de lo que hoy es la humanidad. Se inicia una nueva era con la aparición de la escritura, los templos son el centro del progreso y donde se guardan los nuevos conocimientos.
Las tabletas de arcilla de Mesopotamia:
Y es a los templos donde llegan carretas llenas de alimentos de todo tipo y de todos los confines del mundo conocido para abastecer la mesa y las ofrendas a los Dioses, mitad humanos, mitad divinos.
Para controlar el suministro de estas mesas compartidas entre Dioses y hombres había un ejército de escribas que en tabletas de arcilla anotaban cualquier movimiento, reservas de ganado, el cobro de diezmos y tributos o los datos de las primeras tabernas de la historia que tenían amplias funciones: lupanares, centros de préstamos y “negocios”, venta de alimentos pero su principal misión era la venta de “CERVEZA” (KAS) que fabricaban con cereales (cebada) fermentada y excepcionalmente con dátiles.
Es en las famosas tablillas de arcilla donde nos encontramos con las primeras recetas destinadas a los cocineros encargados de los festines reales, así nos enteramos que contaban con finas harinas que en diferentes mezclas con frutas, leche, aceite de sésamo,… y con distintas cocciones y amasados conseguían gran cantidad de panes diferentes.
Nos cuentan la existencia de los primeros embutidos, nos hablan de una tripa rellena de carne, claro antecedente de chorizos y salchichones. Así como la utilización de hierbas aromáticas y especias con las que condimentar las carnes.
Ingredientes en las cocinas de Mesopotamia:
Conocían el aceite de oliva pero el rey de los fogones era el “aceite de sésamo” que no solo era utilizado en la cocina, también formaba parte de los cosméticos de la época, se preparaban ungüentos embellecedores con miel y semillas de sésamo que ayudaba a la conservación de la belleza. También se usaba como fuente de energía para iluminar y en medicina.
En Mesopotamia se cultivaban gran variedad de verduras, entre las que la reina era la cebolla, alimento básico junto el ajo, el puerro y frutas como dátiles, granadas, uvas, manzanas, nísperos e higos.
Conocían la fermentación láctica y hay constancia de más de 20 clases de quesos diferentes. También gustaban de asados y de sopas. Es en el siglo II a C, cuando aparece por primera vez datos de la incorporación a la dieta de pescados, moluscos y crustáceos.
Dado el clima extremo que sufrían, muchísimo calor, tuvieron que idear técnicas para la conservación de los alimentos, salando y desecando carnes y pescados, frutas y legumbres que les permitían mantenerse el resto del año.
En la Universidad de Yale, se encuentran tres tablillas cuneiformes del año 1600 a de C. que recogen 40 recetas de cocina que se componen de caldos de carne y verduras, tortas de cereales y grasas.
En resumen en Mesopotamia conocían la cerveza de la que preparaban diferentes variedades, gustaban de las salsas para acompañar a las carnes, asados, sopas de carne y verduras. Eran expertos panaderos y utilizaban el sésamo y su aceite como grasa para cocinar, preparaban diferentes quesos. Sabían conservar los alimentos y sus mesas eran lujosas y abundantes, esta claro que hablamos de las de la nobleza ya que de las del pueblo no tenemos información.
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El origen y la evolución de la comida y de la forma de comer: Egipto, apuntes.
El origen y la evolución de la comida: Grecia, apuntes.
La cocina romana de la Roma Imperial, apuntes.
NOTA: Las fotografías pertenecen a la exposición de «Antes del diluvio» de Caixa Fórum.
8 Comentaros
Hola me gustan tus inquietudes, muy buena información.
Esta muy buena esta pagina
muchas gracias¡¡¡¡
y un gran abrazo
Concha
grasias a esta pagina boy a poder aser mi proyecto
Very good esra tia pagiana esta buena
Me ha gustado mucho el post, aunque me gustaría matizar algunas cosas. Creo que lo que se hacía con los dátiles no era la cerveza, sino el vino. El vino de dátiles es citado muy a menudo en las fuentes. La cerveza solía ser un poco tosca, llena de grumos, y se sorbía con unas pajitas con filtro.
Respecto a la conservación de los alimentos, es un tema que siempre me ha interesado, porque he tenido que vivir en sitios donde no había nevera y me las veía y me las deseaba para conservar la carne. Aparte de lo que mencionas del salado y desecado, estaba también el ahumado, practicado desde la prehistoria, y la conservación en aceite, especialmente del pescado. Las frutas podían confitarse con miel. Hay dudas sobre el congelado, pues se conocen tardíamente «casas del hielo», especialmente en época persa, en las que traían los bloques de hielo a lomos de asnos y los metían en unos edificios con forma de colmena. El hielo podía conservarse en el fondo de un pozo al que se accedía por unas escaleras, y podían ponerse capas de hojas de palmera para mantener la conservación. Ese hielo podría extraerse y meterse en tinajas, sobre todo si se encontraban estos sitios cercanos al palacio o a las casas particulares. También podría venderse ese hielo por las calles, aunque es poco probable y no hay mucha información al respecto. En cualquier caso, son datos de época tardía en Mesopotamia, más allá del primer milenio a.C. Saludos.
Muchísimas gracias por tus puntualizaciones, las voy a incluir en el post, son super interesante.
un abrazo
Concha